APOLOGÍA DE LA CONDUCTUA
Al final todo se reduce a los guapos y a los feos, a los listos y a los tontos a los cuerdos y a los locos.
Cuando el Humanismo está cuestionándose en pleno siglo XXI se manifiesta con más ahínco que nunca estas tres especies con sus opuestos en peligro de extinción.
En un mundo de pose fotográfico de alta gama y megapíxeles con filtro que distorsionan la realidad hasta no conocernos ni a nosotros mismos. Donde la belleza se mide por los me gusta no dados, de la envidia del prójimo.
¡Admitámoslo somos guapos o feos, no hay más! y si no manejas el photoshop , realmente , no tendrás solución. Idiotez sin límites , cuando la belleza más sublime se encuentra en la profundidad de la mirada , en la suavidad de las manos o en el silencio sabio , que permite defenderse con una tenue sonrisa o poder ganar la batalla conductual más cruel, con la absoluta indiferencia.
Lo mismo ocurre con la bondad o la maldad, la evidencia de la autodestrucción entre las personas es infinita, ilimitada, transformándose la insípida materia en energía .
¡O eres luz , o eres oscuridad!
Es así de simple y en este momento evolutivo nos encontramos.
En un mundo de cuerdos perfectamente adaptados a una sociedad profundamente enferma o encontrarte con un puñado de locos que brillan y sonríen , al paso…la diferencia es tan sutil y divina que no puede percibirse en el plano físico.
Por lo tanto la belleza, la bondad y la cordura están en verdadero peligro de extinción.
Sonríe , el flash, está puesto.
Carmen Soledad García